domingo, 10 de mayo de 2009

El bosque que no quiere ver el árbol

Estoy harto de esta sociedad estrambótica, absurda y convulsiva que exige mano dura con los delincuentes, especialmente con los menores de edad.
En tanto reacción primitiva e instintiva de la víctima, considero a esto no solo tolerable sino hasta lógico, pero en cuanto a los informadores, comunicadores, formadores de opinión y pseudo expertos, me parece aberrante.
Es que el discurto que manejan (y "venden" descaradamente) es el siguiente: "a mayor mano dura, menor inseguridad".
Esto es estúpido. En ningún país del mundo el axioma ha resultado eficaz (investiguen y veran que digo la verdad).
Se me ocurre un ejemplo que puede echar luz sobre la cuestión, imaginemos un frondoso árbol cuyas ramas por descuido de sus dueños han crecido demasiado, e imaginemos que este árbol da frutos todo el año. Ahora imaginemos que este árbol se encuentra plantado en el jardín trasero de nuestra vivienda, que esos frutos son venenosos y que al caer y descomponerse arruinan el piso de baldosas de nuestro patio. También imaginemos que a pesar de no cuidar debidamente el árbol queremos su sombra y también queremos mantener el patio limpio.
Ahora bien, cada vez que los frutos caen, nos vamos a ver en la obligación de barrer, y por mucho y rápido que hagamos esta tarea el piso del patio seguirá sucio.
Si queremos que el piso se mantenga limpio, las medidas inteligentes y lógicas son, o bien quitar el árbol del patio (y quedarnos sin su sombra) o bien podarlo regularmente, tratarlo de tal manera que los frutos que caigan sean tan escasos que con una pasada de escoba diaria la limpieza se mantenga.
Si pensamos al árbol como al sub sistema social del cual provienen esos delincuentes que tanto nos aterrorizan, si pensamos al patio de nuestra casa como a nuestra sociedad y pensamos en los dueños de casa como a los gobernantes (en todos sus estamentos) entonces mi parábola está completa.
Aquellos que piden mano dura como "solución" al problema de la inseguridad, no son mas que imbéciles barriendo (o pidiendo que otros barran por ellos) sin parar mientras los frutos siguen cayendo y ensuciando.
De nada va a servir (salvo para gastar) contratar mas y mas barrenderos, puesto que si no solucionamos el tema del árbol, este va a ser siempre el vencedor en esta desigual lucha.
A mi criterio la solución es, en primer lugar oir a aquellos que hace décadas estudian el problema del delito, profesionales serios, que saben lo que hacen y ya no escuchar mas a charlatanes de bar (con microfono, cámaras o páginas a disposición) que solo hacen su negocio a costas del dolor y el terror ajenos; y por supuesto, una vez oídos los expertos, seguir sus indicaciones al pie de la letra (al menos por una vez, a ver que pasa).
Con el tiempo (esto lleva tiempo, las soluciones mágicas solo se encuentran en los libros de Harry Potter) los frutos que caigan serán tan escasos que como dije, haciendo un buen trabajo de limpieza (léase aplicación de leyes que respeten los derechos de todos y no estas aberraciones fascistas que se proponen desde ciertos sectores tan snob como nazis) tendremos una sociedad segura y por sobre todas las cosas, sana.

7 comentarios:

  1. holaa esta muy interesante tu opinion yo tamb kiero una sociedad sana y segura. muchos besos chico sexy muuuac!!

    ResponderEliminar
  2. soy yoooooooo jejejejej la mas hermosa besotes!!!

    ResponderEliminar
  3. Me gustaría ver que opinas si te toca la inseguridad de cerca

    ResponderEliminar
  4. yo propondria ver porque los frutos son venenosos y encontrar el remedio. Asi en lugar de putrefaccion en el piso, encuentro comida. Que es la palabra madre del problema de este mundo piramidal.

    Asi pues, seria un arbol vituoso. Y es por lo que luchamos por hacer un mundo mejor y mas justo.

    Coincido con el ejemplo. Tiene potencial para seguir pensando y filosofando por el asunto.

    ResponderEliminar
  5. blumver te recuerdo que a este tipo le pusieron una bomba en el estudio.

    Y cuando estes en la esquina subiendo el vidrio del auto porque el de las pelotitas de la esquina te quiera pedir una moneda; recorda que ese al que miras feo porque usa la gorrita, por el propio circulo del caos, sea el que tenga tu vida pendiendo de un hilo.

    Tarde o temprano la pobreza que tanto aborrecemos se nos hecha encima, directa o indirectamente. Asi que a involucrarse muchachos que en este baile de la silla bailamos todos, no unicamente los salvados.

    ResponderEliminar
  6. Hola bestia juridica, comparto totalmente tu opinión. Resulta que las víctimas de la desigualdad ahora son las responsables. ¿Que esperaban nuestros dirigentes al generar está enorme brecha entre los que más tienen y los que menos tienen. Algunos olvidaron que nuestros ancestros fueron animales, y que si nos quedamos sin comida hacemos lo posible por conseguirla, ni hablar si le falta educación o salud a nuestros hijos. Y otros olvidaron que el bienestar que poseen se lo deben a los que no lo tienen.
    Ah, y a los que dicen, ¿que pasaría si te tocara vivir un hecho de violencia? les diría que esto es una lotería, y que mirar las cosas solamente desde el lugar que a uno le afecta no cambia nada. La sociedad es mucho mas grande que nuestro ombligo es por eso que a mi modesta forma de pensar, la solución no pasa porque los de abajo puedan ascender, sino que los de arriba desciendan, al menos un poco. Saludos.

    ResponderEliminar
  7. Gracias por los comentarios y bienvenidos los nuevos y sufridos lectores.

    Comparto la opinión (no la de natalia, no creo ser un chico sexy ;)), sino la de Embolia y la de Extramarciano. Cuando los seres, especialmente los seres humanos experimentan carencia en lo que a sus necesidades vitales respecta, ocurren cosas como las que analizamos. asimismo, pienso que es necesario un replanteo YA de la distribución de la riqueza, pero un replanteo en serio y no una pantalla pre eleccionaria.

    Un abrazo a todos.

    ResponderEliminar